Lugar:
Tanto los instrumentos musicales como el virtuosismo del ejecutante poseen un límite. La exploración micro-rítmica de Ernesto Martínez se centra en ampliar estos límites y llevar la interacción instrumento-ejecutante a los terrenos de lo imposible, a territorios tradicionalmente dominados por máquinas y ordenadores. Utilizando procesos de sincronización en paralelo que conforman una red de señales equidistantes, se posibilita al ensamble musical el acceso y permanencia confortable dentro de mundos inhóspitos e incompatibles para la ejecución en vivo. Parámetros como la velocidad, la articulación o la rítmica son severamente expandidos, enriqueciendo con ello las relaciones contrapuntísticas y los métodos de composición.
La ejecución en vivo en estos campos antinaturales, se logra mediante un sistema de organización basado en el inter-virtuosismo colectivo, donde el resultado de una línea musical es producto de la suma de intervenciones alternas de cada músico. Es ejecución secuencial, cíclica. Este modo de coordinación que emana de la técnica contrapuntística medieval del hoquetus y de músicas ancestrales de África y América del Sur, cobra un nuevo y sorprendente potencial gracias al uso de tecnologías contemporáneas que permiten una efectiva poli-gravitación rítmica y armónica. Las sucesiones de sonidos y silencios que de este modo se producen conforman sensaciones sonoras vertiginosas e inéditos modos de hablar en percusiones, bajos, guitarras, chatarras o instrumentos de invención propia.
Interfase es la 4ta producción discográfica que muestra los hallazgos rítmicos y contrapuntísticos de una composición que en tiempo real enfrenta la hipervelocidad y el alto contraste. En este disco se explora la composición en vivo en donde el discurso musical en términos de balance, continuidad y contraste se define como producto de la retroalimentación y comunicación del compositor con el ensamble al momento de la interpretación.
Obras
1. Trans-Nylon para tres guitarras a tres desfases.
Esta pieza para tres guitarras resulta del tránsito por diversas técnicas de ejecución. El desfase exacto de los tres músicos es posible gracias a metrónomos en paralelo direccionados a cada músico, permitiendo así el acceso a una precisión de milésimas de segundo en la ejecución en vivo.
2. Mostaza Radioactiva para cuatro guitarras a cuatro desfases.
Esta pieza explota una composición horizontal (sin superposición de sonidos) y se basa en la ley de probabilidad para generar micro-motivos.
3. Tres tristes timbres para tres bajos a tres desfases.
Exploración de técnicas de ejecución en todos los registros del instrumento.
4. Metáfono para seis ejecutantes de percusión y chatarra a dos desfases.
El dueto es la unidad básica de ejecución en Micro-Ritmia. Esta pieza está construida a partir de tres duetos superpuestos y la improvisación rítmica y tímbrica utilizando percusiones, chatarras o cualquier fuente sonora a la mano como el piso o las sillas.
5. Cro-magnon para dos bajos, dos guitarras y dos toms a dos desfases.
Convivencia vertical de tres timbres repartidos por pares en seis ejecutantes.
6. Iridio para placófono a tres desfases.
Esta pieza está basada en el concepto de “trans-gravitación”; 3 músicos bajo intensas fuerzas de atracción rítmica (gravedad), percuten un placófono a alta velocidad en tres tempos idénticos desfasados (órbitas); cuando un motivo rítmico o tímbrico pasa de un músico a otro total o parcialmente, se produce un salto orbital.
7. Penta orbital para tres guitarras y dos garrafones a cinco desfases.
En un universo de cinco desfases y dos timbres, se explora un ambiente rítmico inestable carente de simetría.
8. Percusión silábica para cuatro voces y cuatro desfases.
A partir de un poema de David Ramírez se extraen sus componentes silábicos de forma aleatoria y se abordan percutivamente con la voz.